No cabe duda que los contenidos que actualmente se muestran en entornos de aprendizaje sobre pequeños dispositivos inalámbricos deben adaptarse adecuadamente al medio.

Ello plantea una serie de paradigmas relacionados con los dos aspectos fundamentales a tener en cuenta como son las limitaciones tecnológicas y los métodos pedagógicos adaptados al entorno. Estos dos aspectos influyen directamente sobre las estructuras cognitivas de aprendizaje y en aquellos parámetros cognitivos relacionados con la adquisición y transmisión de conocimientos.

Los métodos de adquisición y transmisión de la información adaptada al medio inalámbrico deben tener en cuenta las condiciones iniciales que deben cumplir las unidades de información que posteriormente van a integrar las unidades más complejas de aprendizaje. La validación conjunta de los aspectos cognitivos y de la aplicación de estándares tecnológicos de las Unidades de Contenido Mínimo o UCM son requisitos imprescindibles en la integración y adaptabilidad de los resultados que se pretenden conseguir a través del conocimiento autónomo y no-localizable de los entornos inalámbricos

El desarrollo actual de los primeros proyectos de investigación a nivel internacional sobre m-learning y los primeras adaptaciones y experiencias muestran la importancia de los contenidos que en el futuro pueden tener en el ámbito de la educación y en concreto en el aprendizaje colaborativo y de larga duración.

Tal y como se define actualmente el concepto de «m-learning» podemos decir que es un tipo de aprendizaje que según Sharples tiene como principal característica el uso de tecnología inalámbrica, con un control personal en cuanto al tiempo y al lugar de aprendizaje con un nivel de autonomía determinado por el dispositivo (Sharples, 2005). No obstante y al contrario de lo que se pueda pensar, el «m-learning» utiliza «a priori» los mismos métodos pedagógicos que cualquier otro método de aprendizaje convencional.

Posiblemente lo que lo convierte en un reto es sin duda, la problemática de la adaptación de los contenidos sobre un medio con unos niveles de restricción propios de los dispositivos utilizados.

Dichas restricciones se resumen principalmente en visuales (pantalla reducida, niveles de color representados, etc…), tecnológicos, (capacidad de memoria, variedad y compatibilidad entre modelos, etc…) y sociales (costes de emisión y recepción de SMS, nivel de adquisición, acceso a los dispositivos, uso adecuado de los mismos, etc…), todos ellos tratados en diversos artículos de investigación que miden el impacto de los dispositivos inalámbricos y/o «small devices» en nuestra sociedad.

El «m-learning» plantea por tanto la necesidad de usar un nuevo concepto de contenido que permita la adquisición de conocimientos cognitivos básicos y que sea capaz de concentrar la información que se considere más importante de forma efectiva.

Posiblemente se ha estado indicando de forma arbitraria los objetos de aprendizaje de los entornos de «e learning» como la solución para desarrollar contenidos sobre los dispositivos inalámbricos pero realmente no podemos asegurar que esto sea lo más adecuado ya que existen puntos de divergencia que deben tenerse en cuenta.

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Sharples, M. (2005): Learning as conversation: Transforming education in the mobile age, Proceedings of Seeing, Understanding, Learning in the Mobile Age.