Entendemos por atención individualizada la acción que se ejerce de forma individual por el profesor o profesora a algún miembro de la Comunidad Educativa de un Centro Escolar. No se trata únicamente de atender las demandas de la comunidad escolar que tienen clara y explícitamente una orientación preventiva, sino que la comunidad educativa tiene unas necesidades concretas y entre otras la atención a casos individuales ocupa un lugar importante.

En cada uno de los ámbitos del trabajo del profesor hay una parte que corresponde a una intervención individual: tanto en el ámbito de apoyo al proceso de enseñanza y aprendizaje, como en la acción tutorial, como en la orientación académica y profesional.

Las intervenciones individuales deben tener una mayor intensidad y relevancia en la atención a los alumnos y alumnas que presenten dificultades de aprendizaje o retraso escolar y/o a desigualdades de cualquier tipo que influyan en la educación de la persona. Es decir, aquellos sujetos más vulnerables, más susceptibles, son aquellos que más pueden beneficiarse de este tipo de atención. Aunque a priori, ciertas actitudes puedan entenderse como elegidas por el propio alumno, cualquier desigualdad puede ser atendida y entendida como una manifestación de necesidad, que en definitiva, reducimos con la atención individualizada.

Tener un trato respetuoso con el alumno, que permita cierta cercanía sin perder la autoridad, vale tanto o más que cualquier recurso externo. Comentarios de apoyo, de ánimo y motivación como «esto va bien», «que bien se te ve hoy», «lo estás haciendo fenomenal», «se nota cómo te estás esforzando», pueden ayudar a mejorar la intervención en el proceso de enseñanza-aprendizaje:

* Activación de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

* Clima de clase.

* Motivación.

* Hábitos y técnicas de estudio.

* Estilo cognitivo.

* Recogida de información sobre dificultades personales de estudio.

* Consulta sobre problemas de conducta y/o comportamientos disruptivos.

* Normas de convivencia.

Así como mejorar la atención a problemas que puedan aparecer en la dimensión personal y social del alumno o alumna:

* Problemas de adaptación social.

* Fortalecer la asertividad.

* Consultas personales de su entorno.

* Desarrollo de las propias metas y valores.

* Autorrealización personal y social: desarrollo de la autoestima.

* Relaciones interpersonales.

* Autonomía y responsabilidad.

* Capacidad para aceptarse de forma real.

* Capacidad para aceptar los hechos de forma realista.

* Desarrollo de habilidades sociales y habilidades de vida.

* Problemas emocionales de carácter leve: ansiedad, estrés, dificultad para resolver problemas.